En el este de la República Democrática del Congo, en la localidad de Butembo, un partido de futbol terminó con el balance de trece personas muertas y 35 heridos, al provocarse una estampida y quedar la gente atrapada. Uno de los jugadores fue acusado de utilizar magia negra para ganar el encuentro.
Todo comenzó cuando el portero del equipo visitante se dirigió al centro del terreno de juego y comenzó a efectuar “pases mágicos” a sus compañeros. Fue entonces cuando se preparo la tangana y entró la Policía para separarlos.
Pero los seguidores de ambos equipos comenzaron a tirar piedras contra los agentes, que en su defensa lanzaron gases lacrimógenos. Provocando la estampida hacia las salidas del estadio, donde muchas personas cayeron y provocaron tapones quedando gente debajo que murieron asfixiados. Los cadáveres comprendían edades entre los 11 y 16 años.
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