El piloto suizo Yves Rossy, más conocido por “Fusionman”, consiguió atravesar el Canal de la Mancha gracias a un ala construida con cuatro reactores que permanece sujeta a la espalda durante el vuelo.Cuando el avión que le transportaba hasta las inmediaciones del Cabo Blanc Nez, al norte de Francia, llegó a los 3000 pies, Rossy que ya tenía el aparato colocado en su espalda, encendió los reactores y se propuso para dar el salto. Al saltar del avión abrió sus alas y antes de estabilizarse bajo unos mil metros en caída libre. Posteriormente el avión que los transportaba, le guiaría durante la travesía.
El vuelo fue efectuado sin ningún sobresalto, aunque la velocidad que llevaba nuestro piloto, los 200 km/h, no es nada despreciable para un tiempo de 10 minutos de vuelo. Una vez que llegó a la costa inglesa, paró los reactores y abrió un paracaídas en ala, llegando a la superficie sin ningún tipo de problema.
Rossi, con una edad de 49 años, fue piloto militar y cuenta con más de 1.000 horas de velo en un Mirage III. Ahora es piloto de línea y fue el primero en volar con un aparato de estas características en el año 2004.
El piloto comentó que siempre suele hablar con los elementos, por si hay algún contratiempo. Así lo hizo esta vez y antes de realizar el reto estuvo en la playa y pidió al mar “que estuviera simpático” por si tuviera algún problema y se viera obligado a saltar antes de tomar tierra.
El aparato con el que consiguió la hazaña tiene una envergadura de tres metros y debido a que su tanque de combustible es de unos 30 litros, sólo puede volar unos 10 minutos, pero alcanza una velocidad de hasta 300 km/h. Para llevar el ala necesita unos pantalones especiales para llevar protegidas las piernas puesto que los reactores las abrasarían. Una vez equipado ahora solo le falta poder direccionarse correctamente y lo consigue realizando movimientos de cuerpo, cabeza y brazos.
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