martes, 12 de agosto de 2008

Lluvia provocada en la ciudad de Pekín.

En Pekín donde el grado de contaminación está siendo alarmante, las autoridades han decidido que para descargar el ambiente es necesario provocar lluvias que consigan despejar la atmosfera.

Esta lluvia provocada con yoduro de plata no es ninguna novedad en China, puesto que, en esta ciudad ya se ha utilizado en varias ocasiones. Son tormentas provocadas, totalmente repentinas y extrañas porque antes de caer en forma de precipitación no hay ningún factor que avise, como suelen ser grandes nubarrones o un viento agitado. Cada diluvio provocado dura aproximadamente cuarto de hora.

Estos diluvios son provocados por aviones especiales que lanzan el yoduro de plata entre las nubes y esto provoca estas repentinas precipitaciones. Los aviones están dotados con tecnología para detectar nubes con gran potencial para generar lluvia y con el lanzamiento de bengalas y cohetes que desprenden este compuesto, provocan el aumento de densidad de las nubes que se ve reflejado en forma de lluvia cuando las nubes rebosan.

China ha realizado miles de vuelos experimentales sobre este tema y lo ha utilizado para otros fines como mejora de las condiciones extremas de sus pantanos, aumentando su nivel considerablemente y también para disipar tormentas de arena o apagar incendios forestales. El yoduro de plata impide la formación de granizo y en el caso de los Juegos Olímpicos puede servir para reducir la posibilidad de lluvia. Todo un logro.

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