Al francés Philippe Mexes, dos delincuentes le intentaron robar el coche cuando su mujer llegaba a casa.
Todo ocurrió cuando Carla Mexes volvía a la casa que tienen en Roma, después de cenar con unos amigos en una pizzería de la capital. Ella que volvía sola con su hijos, puesto que su marido estaba concentrado con el equipo, se disponía a bajar a uno de ellos del vehículo para meterlo a casa, dejándose el coche abierto sin darse cuenta. En este momento dos individuos aprovecharon para entrar y salir a toda velocidad llevándose el coche con la hija dentro. Carla llamó a Philippe, que acudió lo más rápido posible y cuando llegó ya estaba todo solucionado.
Los ladrones habían abandonado el coche en mitad de la calle con las puertas abiertas y las luces dadas a dos kilómetros de donde lo habían robado. Dos motoristas llamaron a la policía para denunciar el abandono de un vehículo e inmediatamente se presentaron en el lugar. Una vez allí vieron que en el interior del coche permanecía la hija de Mexes en la sillita de bebe, dormida como si no hubiera pasado nada. Afortunadamente todo acabó en un susto.
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