El futbolista, que ha sido un referente en el Blooming, de Santa Cruz, consternado por su caso de laberintitis desde 2003, confesó a un periodista deportivo de El Deber que en su cama sentía vértigo, entonces cuando subo a un avión imagínate… El deportista asegura que esta sensación de vértigo se acentúa cuando hay turbulencias y lo pasa realmente mal.
Este problema también comenzó a afectar su capacidad futbolística, puesto que Pelecho asegura que antes de viajar no duerme por la noche y que durante el partido está más pendiente del tiempo que hace, si está nublado y hay rachas de viento, totalmente descentrado.
Este problema también comenzó a afectar su capacidad futbolística, puesto que Pelecho asegura que antes de viajar no duerme por la noche y que durante el partido está más pendiente del tiempo que hace, si está nublado y hay rachas de viento, totalmente descentrado.
Para no viajar, pasó unas temporadas en el Blooming cobrando la mitad de su contrato y entonces ha decidido que la situación ha llegado a un punto insostenible y a sus 32 años cuelga las botas tras una brillante carrera.
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