Los dos esquiadores de Kitzbuhël, Axel Naglich y Peter Ressman, han logrado hacer el descenso más largo del mundo, el del Mount St. Elias de 5.489 metros, que desciende hasta el nivel del mar directamente en Alaska.
En dos etapas, Nalich y Ressman, han sido capaces de realizar un descenso de 20 kilómetros en el que no podían tener ni un solo error, ya que el descenso por laderas con una pendiente de hasta 60 grados cubiertas de hielo y numerosas grietas glaciares se convertía en el gran reto de los esquiadores, además del riesgo inminente en la mayor parte del trayecto de poder provocarse desprendimientos. Durante 11 días la expedición trabajó duro para llegar a la cumbre, para acto seguido protagonizar el descenso que duró tres días.
Como anécdotas, recuerdan los esquiadores que en una ocasión se tuvieron que emplear a fondo con la pala para poder abandonar el campamento después de una gran nevada y Axel una noche se dejo los guantes fuera de la tienda y a la mañana siguiente tardó 1 hora en ponérselos. Asegura que si no hubiera logrado metérselos no hubiera podido bajar. También recordaban cuando Peter podía escuchar las pisadas de Axel aunque iba unos metros por delante.
Ambos esquiadores están de acuerdo que no han descendido la montaña para conseguir un record. Aseguran que era un reto muy especial y haberlo conseguido estando tan cerca de perderlo todo en ciertos momentos hace que se sintieran tremendamente agradecidos.
Hace varios años una expedición americana fracasó en el intento perdiendo a dos esquiadores que murieron y sus restos descansan bajo el hielo en una ladera próxima a la cumbre.
Hace varios años una expedición americana fracasó en el intento perdiendo a dos esquiadores que murieron y sus restos descansan bajo el hielo en una ladera próxima a la cumbre.
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