Con motivo de la boda entre el delantero del Manchester United y Coleen McLoughlin, se produjo un gran despliegue para organizar la despedida de Rooney que se celebró en Ibiza. Para ello se desplazaron hasta la isla gran parte de su familia, de sus amigos y parte de su familia política, donde celebraron allí la despedida durante cinco días. Lo que le ha costado alrededor de unas 100.000 libras, más si le sumamos lo que le costó la boda que fueron unos 5 millones, sale una cifra de las de enmarcar.La cifra escandalosa ya de por sí, se verá incrementada por la indemnización que tendrá que pagar a su ex entrenador en el Everton por unas palabras un tanto subidas de tono que le dedicó en su biografía.
Su futura novia no tuvo problemas con el comportamiento de su novio porque junto con la expedición que se dirigió a Ibiza mandó a su padre para que lo vigilara.
Finalmente la pareja se casó y vendió la exclusiva de su boda a la revista británica 'OK!' por unos 3,12 millones de euros, lo que la convierte en la más cara del mundo del deporte.
Los jóvenes se dieron el sí quiero civil en Villa Durazzo, en una residencia del siglo XVII, en la localidad de Santa Margherita Ligure. Hubo unos 50 invitados entre los que no estaban los compañeros de equipo del novio. Tras la ceremonia civil, los novios y los invitados se trasladaron a la abadía del siglo XIV 'La Cervara' para celebrar la boda religiosa.
Más tarde todos los invitados fueron al banquete que se celebro en un yate valorado en unos 50 millones de euros, donde estuvieron de fiesta durante tres días.
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