El ascenso al Nanga Parbat, resulta más complicado de lo que parece. Es la novena montaña más alta del mundo. Considerada muy peligrosa, tiene una altura de 8.126 metros y el primer alpinista que consiguió coronar su cima fue el alemán German Buhl en 1953.
La semana pasada dos alpinistas italianos se quedaron bloqueados en esta montaña situada en el Himalaya. Sus nombres, Simon Kehrer y Walter Nones, que dieron finalmente señales de vida, consiguieron hablar con el equipo encargado de su rescate, aunque la señal se cortó.
Tras la información que ofreció el Montagna TV italiano, el presidente de comité Everest-K2, Agostino Da Polenza, aseguró que los montañeros habían recibido los víveres que les fueron lanzados por el equipo de rescate desplazado hasta Pakistán.
Más tarde recibieron otra nueva llamada. En la que Nones podía hablar y comentó que estaban bien, confirmando que les había llegado todo y que finalmente comenzarían el descenso. El presidente Da Polenza, comentó que a primeras horas del 21 de julio los alpinistas descenderán por el sendero de Buhl, que fue abierto en 1953 por el alpinista Hermann Buhl.
Nones y Kehrer mantendrán el programa previsto junto a Karl Unterkircher, que desapareció al caer por una hendidura a más de seis mil metros de altura. Dos expertos italianos en el rescate se desplazaron hasta Nanga Parbat, Maurizio Gallo y Genaro Mondinelli que les dieron indicaciones para que lleguen al campamento base sanos y salvos.
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