Pero lo que sin lugar a duda, no se puede hacer, es pitar un penalti como el que el árbitro del partido entre los equipos Atlético Junior y el América de Calí, pitó en una jugada en la que no había duda alguna de que el jugador se había tirado a la piscina, protagonizando uno de los más clamorosos “piscinazos” en la historia del fútbol.
Jose Niño, que así se llama el árbitro pitó la pena máxima a favor del jugador del Atlético Junior con el consiguiente enfado de los jugadores del América de Calí, que no se creían lo sucedido.
Finalmente el penalti fue tirado y marcado por Hayder Palacio y en la segunda parte Paulo Arango marcó el gol del empate, evitando el resultado negativo para su equipo por culpa de la decisión arbitral.
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