Todo ocurrió cuando en la liga italiana el Inter de Milán se enfrentaba al Siena. Si hubieran ganado ese partido, los de Mancini habrían tenido el título prácticamente en el bolsillo. Fue entonces cuando Materazzi, a falta de un cuarto de hora, falló un penalti y los seguidores del Inter se arrancaban el pelo a tirones.
Lo más fuerte es que un seguidor de Pisa no pudo contener su ira y fue mucho más lejos que un tirón de pelo. Decidiendo que si su equipo podía tirar el titulo por la ventana, él podía hacer lo mismo con su equipo. Así que ni corto ni perezoso cogió su televisor, no se sabe si era de plasma, de los finos o uno viejo de los gordos, y lo lanzó por la ventana de su casa, ubicada en un segundo piso.
Por suerte, el aparato no cayó encima de nadie que pasara justo en ese momento, pero al individuo en cuestión le va a salir caro este arrebato de locura. Mejor le hubiera salido tirarse de los pelos.
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