El tenista con fama de gruñón y protestón, ganada a pulso en las pistas de medio mundo, John McEnroe, visitó el calabozo hace unos meses.
Pero que no cunda el pánico para sus fans puesto que solo fue un pequeño escarceo al otro lado de la ley y en la ficción, como parte de la trama de un capitulo de CSI: Nueva York.
El tenista se interpreto a sí mismo y fue acusado de asesinato por encontrarse en la escena del crimen en un bar, cuando se celebraba una despedida de soltera.
Seguro que el bueno de Big Mac no tuvo problemas para meterse en el papel que le toco interpretar.
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