El adolescente estaba sumido en una profunda depresión y estuvo a punto de llevarle al suicidio y es que las repetidas bromas de sus compañeros de colegio le fueron metiendo en la espiral de la anorexia. El joven estaba llevando a cabo una fuerte terapia curativa con depresivos.
Los padres, Melissa y Gary, que ya no sabían que hacer se dirigieron al Liverpool para conseguir que les pusieran en contacto con Gerrard, puesto que es el gran ídolo de Joshua. Entonces el centrocampista inglés le escribió una carta de ánimo en la que le decía que tenía que ser fuerte e intentar ir siempre con la cabeza bien alta sin hacer caso de los comentarios de esos compañeros. Además en la carta había entradas para asistir a varios choques del Liverpool en Anfield y al chaval le cambió la cara.
Los padres dijeron que era la primera vez en mucho tiempo que Joshua reía y que esto les ha dado fuerzas para continuar con la lucha, declarando que estarán eternamente agradecidos tanto al club como al jugador. "Le han devuelto la vida a mi hijo".
Verdaderamente la historia que sigue el buen camino ha avanzado totalmente porque Joshua ha vuelto a tener interés por los estudios y se prepara para conseguir la licencia de piloto privado.
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