Los integrantes del equipo de los Heat viajaban desde Miami en un avión, de regreso a Florida cuando sin previo aviso tuvieron que hacer un aterrizaje de emergencia en Chicago, puesto que un integrante de la tripulación comenzó a sentirse mal. Los entrenadores del equipo lo atendieron en pleno vuelo de lo que supuestamente era un coma diabético.Una vez que el avión consiguió aterrizar el hombre fue trasladado hasta un hospital en ambulancia. Cuando todo volvió a la calma, el vuelo pudo reanudarse y finalmente los Heat consiguieron llegar a Miami. Los jugadores alarmados por lo sucedido daban gracias de que no pasara nada y que todo se quedara en un susto.
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