Que te roben el coche durante un partido de fútbol, es casualidad. Pero más casualidad aun es que roben un coche durante un partido de fútbol, que lo digan por megafonía y que resulte ser el árbitro del partido el perjudicado.
Es lo que le sucedió a un árbitro de Tercera cuando pitaba el partido entre el Jumilla y el Puente Tocinos.
Durante el partido se escuchó por megafonía la matrícula del vehículo que había sido robado y rogaban al dueño que se presentarse ante la policía. Cuando de repente el árbitro paró el encuentro y dijo que él era el propietario. Para no retrasar mucho el encuentro le cedió la llave a un miembro de la directiva del club local para que se hiciera cargo de él.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario