Como un súper héroe, el centrocampista portugués del Valencia, fue capaz de jugar durante más de una hora con el peroné roto, en un encuentro que enfrentaba a su equipo contra el Getafe de la temporada pasada.
El caso, es que Fernandes en uno de los lances al comienzo del encuentro, recibió un golpe en el tobillo izquierdo y notó un dolor durante el resto del encuentro, pero aguanto hasta el final pensando que no tenía mayores consecuencias. Una vez terminado el partido, se duchó junto con sus compañeros y se fue a casa como si todo fuera tan normal.
Cuando el jugador llegó a Paterna, Antonio Giner, el jefe de los servicios médicos se percató de la inflamación que llevaba en el tobillo y decidió hacerle una radiografía. Con la impactante visión de que llevaba el peroné roto y había que operarle de inmediato.
Giner explico que debido a la gran musculatura que tiene el jugador no hubo desplazamiento del hueso, pero tuvo que pasar por el quirófano.
El caso, es que Fernandes en uno de los lances al comienzo del encuentro, recibió un golpe en el tobillo izquierdo y notó un dolor durante el resto del encuentro, pero aguanto hasta el final pensando que no tenía mayores consecuencias. Una vez terminado el partido, se duchó junto con sus compañeros y se fue a casa como si todo fuera tan normal.
Cuando el jugador llegó a Paterna, Antonio Giner, el jefe de los servicios médicos se percató de la inflamación que llevaba en el tobillo y decidió hacerle una radiografía. Con la impactante visión de que llevaba el peroné roto y había que operarle de inmediato.
Giner explico que debido a la gran musculatura que tiene el jugador no hubo desplazamiento del hueso, pero tuvo que pasar por el quirófano.
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