El Dunbar iba ganando el partido por 14-8 y en medio del tercer cuarto decidió retirarse del campo, tal y como lo ordenó su entrenador Craig Jefferies.
El entrenador en unas declaraciones aseguró que los jugadores del equipo contrario estaban llamando a los suyos “nigger” o negratas. Uno de los chicos se puso a llorar y me vi obligado a sacar al equipo del terreno de juego, declaraba el entrenador.
Una vez sucedido esto, los jugadores del Fort Hill, explicaban que no habían insultado a los jugadores, pero los de Dunbar aseguran que sí que lo hicieron. También relataron que desde la grada se escuchaban los mismos insultos.
Una vez que los jugadores salieron del campo, necesitaron esperar una media hora para poder abandonar el terreno escoltados por la policía.
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