En la pasada edición del Tour de Francia, el ciclista del Rabobank, Oscar Freire, vivió una situación que nunca antes se hubiera imaginado. No se explica hasta qué punto puede llegar la gente y con qué intenciones se hacen muchas cosas.El caso es que, en el transcurso de la decimotercera etapa del Tour, el ciclista recibió varias perdigonadas en la pierna, que tras una exploración vieron que lo le habían causado daños graves y pudo continuar la carrera hasta el final.
Freire, no se explicaba cómo podía haber ocurrido este incidente y aseguraba estar tranquilo. Aunque comentó para los medios que el daño que había sufrido en el muslo era pequeño, pero si en lugar de esta zona hubiera sido un ojo, me podría haber quedado ciego.
Por otro lado la gendarmería francesa, abrió una investigación para aclarar lo sucedido y esclarecer los motivos del ataque que recibieron tanto Freire como el corredor del Garmin, Julian Dean, que también sufrió un perdigonazo en la mano derecha durante la carrera.
Freire, no se explicaba cómo podía haber ocurrido este incidente y aseguraba estar tranquilo. Aunque comentó para los medios que el daño que había sufrido en el muslo era pequeño, pero si en lugar de esta zona hubiera sido un ojo, me podría haber quedado ciego.
Por otro lado la gendarmería francesa, abrió una investigación para aclarar lo sucedido y esclarecer los motivos del ataque que recibieron tanto Freire como el corredor del Garmin, Julian Dean, que también sufrió un perdigonazo en la mano derecha durante la carrera.
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