La gran estrella de la NFL, Michael Vick, se declaró en 2007 culpable de ser el encargado de organizar peleas de perros mortales y tras un gran escándalo en este deporte, fue condenado a 23 meses en la prisión penitenciaria de Levanworth (Kansas).
Pero ahora ha llegado el momento de su libertad. En mayo salió de la prisión para cumplir el correspondiente arresto domiciliario en sus dos últimos meses de condena. La policía le retiró el sistema electrónico que usan para tenerlo controlado en todo momento.
Ahora solo falta saber si algún equipo de la NFL, quiere contratar sus servicios. Recordamos que Vick fue uno de los mejores quarterback de la liga americana y que su trayectoria se vio truncada por este suceso. La NFL no le permite participar en ningún partido oficial hasta la sexta jornada de competición, lo que dificulta que algún equipo se decante por su contratación.
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