En Navidades, el día de Año Nuevo podemos disfrutar con las grandes estrellas de salto de esquí, que se dan cita en el tradicional concurso de Garmisch Partenkirchen, en la Baviera alemana, que por esas fechas presenta un paisaje completamente blanco donde la nieve es principal protagonista.
Pero todos estos saltadores tienen que entrenarse y la Federación Internacional de Esquí organizó lo que se ha llamado el Gran Prix de Verano, donde se reúnen los saltadores internacionales de esta modalidad.
Para hacer posible todo esto, los organizadores del evento se ven obligados a acondicionar sus instalaciones de modo que puedan soportar el calor del verano. Entonces, los trampolines que normalmente están cubiertos de nieve, son regados con agua para deslizara mejor. Luego, la zona donde tienen que aterrizar los saltadores, deja de ser de nieve prensada para ser una larga plancha de césped artificial, como si se tratara de un campo de fútbol. Y después de esta zona encontramos la de frenada, que normalmente es de nieve virgen, pero ahora está compuesta por hierba natural.
Esta competición es considerada como la pretemporada de la Copa del Mundo y de hecho, muchos han sido los que ganando en el Gran Prix del Verano, se convirtieron ese mismo año en ganadores de la Copa del Mundo.
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