Los jugadores internacionales suecos Oscar Carlen, Sebastian Seifert y Fredrik Petersen, fueron apartados de la selección de balonmano de su federación el resto de año que queda de competición tras protagonizar un vergonzoso espectáculo en el hotel donde se hospedaban en Stuttgart, tras disputar un amistoso contra Alemania el pasado mes de julio.Los jugadores desinhibidos por el alcohol, destrozaron todo aquello que encontraron en la habitación donde se hospedaban, como las ventanas, las camas, lámparas y mesas, calculando el valor del destrozo cerca de los 8.000 Euros.
Una vergüenza teniendo en cuenta que la imagen que tienen que dar los jugadores profesionales debe ser otra y más cuando se está representando a un país.
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