Steven Gerrard, está considerado como una de las grandes estrellas futbolísticas en la actualidad, pero su historia podía haber sido bien distinta, puesto que un gánster le amenazó con machacarle las piernas si no le daba parte de sus honorarios hace ahora siete años, llegando incluso a destrozar el coche en una ocasión.
Debido a que la policía no podía garantizar su seguridad, el rendimiento del jugador bajó notablemente sobre los terrenos de juego y entonces apareció su padre para intervenir en el asunto.
El padre de Gerrard se dirigió a otro gánster John Kinsella, para pedirle que hiciera algo.
Despues de años de secretismo, el conflicto salió a la luz cuando Paul Gerrard tuvo que declarar a favor de Kinsella, acusado de robar en unos almacenes.
John aseguro a los Gerrard que no volvería a pasar nada y así ha sido, resolviendo la pesadilla que vivían. Entonces la situación en torno a Gerrard se normalizó. "Nunca más hemos tenido problemas con ningún gánster", aseguraron. Steven y Paul sienten un gran respeto hacia John por lo que hizo por ellos.
Según cito Kinsella, George Bromley Junior era el encargado de extorsionar a Gerrard, pidiéndole dinero y amenazando que le iba a romper las piernas. Kinsella le tendió una emboscada en su garaje y le dijo que parara cosa que finalmente consiguió.
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