Todo esto a causa de una supuesta fiesta que los jugadores se dieron el pasado mes de noviembre tras disputar un partido de clasificación para el Mundial ante la selección de Brasil.
Según comentaron la fiesta fue celebrada a lo grande. Un fiestón en toda regla.
Pizarro, delantero del Chelsea, asegura que siempre ha tenido la conciencia tranquila y que él se fue a dormir y no tuvo nada que ver. Y según parece es verdad. Pero el presidente de la Comisión Mundial 2012 ha decidido que da igual si participó o no. Dijo que Pizarro era el capitán y debió haber evitado esos actos de indisciplina en su equipo.
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