En ocasiones los deportistas se quejan de que son mercancía en manos de los clubs y en el caso de la NBA todavía más.
Leandro Barbosa de los Phoenix Suns, fue víctima del mercantilismo y de la broma pesada de un aficionado, teniendo que hacer las maletas en mitad de la madrugada. El escolta que es el único jugador que da su verdadero nombre cuando se aloja en un hotel, recibió una llamada en unas horas un tanto intempestivas de la noche, en la que le comunicaban que había sido traspasado a los Knicks de Nueva York. El inocente de Barbosa, hizo las maletas y bajo a recepción.
Una vez allí, no le esperaba nadie y se dio cuenta que le habían gastado una broma pesada que dejó al jugador un tanto mosqueado, aunque no sabemos si fue por la molestia de haberlo despertado a altas horas de la noche o por pensar que iba a cambiar a uno de los mejores equipos de la NBA por uno de los actualmente peor clasificados.
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