Cuanto menos particular una acción de marketing que una conocida marca de coches ha lanzado, en la que una persona contratada por dicha empresa vende unas entradas a pie de calle para la próxima Final de Wembley. Pero claro, esto tampoco tendría mucha gracia si las vendiera a un precio normal y es que el precio de las entradas es de diez euros.
En la campaña, la gente que aparece en el video muestra su negatividad ante las entradas diciendo que o son falsas o es como una cámara oculta. Muchos muestran su negativa a comprar las entradas puesto que estas pueden llegar a alcanzar un valor de 1000 euros o más y es por esto que la gente piensa que les están tomando el pelo.
Después de pasar varias personas y decir que no, una pareja toco, olió y volvió a tocar las entradas hasta pensar que verdaderamente eran buenas y las compraron, mostrando una tremenda alegría cuando les confirmaron que habían comprado las entradas más baratas de una final de Champions.
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