El 2009 nos ha dejado imágenes espeluznantes en el mundo del fútbol. Recordamos una que hace que se nos pongan los pelos de punta y es que al jugador Pimpao, del Vasco de Gama, en un lance del partido, se destroza el brazo y tiene que ser atendido inmediatamente.
Gracias a la rápida asistencia que recibió, el jugador pudo abandonar el terreno de juego por su propio pie y después del tratamiento que le aplicaron se recuperará sin problemas.
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