
Sebastián Blázquez jugó dos encuentros con dolores en la pierna izquierda y le pusieron unas infiltraciones para calmarle el dolor. Pero finalmente en el segundo partido no pudo aguantar y tuvo que abandonar el terreno de juego.
Cual fue la sorpresa, que al hacerle varias pruebas médicas y unas radiografías, se dieron cuenta que se había fracturado el peroné. Lo más fuerte de todo, es que nadie en el club, se había dado cuenta y pensaban que sufría una contractura muscular.
Blázquez en posteriores declaraciones reconoció que tuvo que infiltrarse para poder jugar el partido y aseguró que sentía un intenso dolor. Por consiguiente el jugador tendrá que ser baja durante por lo menos un mes debido al tardano diagnóstico de la grave lesión.
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