Al menos unas 80 personas se encontraban en el pabellón entrenando cuando de repente se escuchó un ruido extraño y todos vieron como la estructura que soportaba el techo se venía abajo en tan solo unos segundos. Eran las 22.30 de la noche cuando el viento, que soplaba con la mayor intensidad fue el culpable del desmoronamiento de la estructura.
Jerry Jones, propietario de los Dallas Cowboys explicó para la cadena NBC que al menos unas 30 personas integrantes del equipo junto con el entrenador se encontraban en ese momento en el lugar de los hechos.
Los equipos de rescate realizaron una importante búsqueda bajo las enormes estructuras para constatar que finalmente no quedaba ninguna persona bajo el amasijo de hierro y hormigón.
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