Lo que se vivió en un partido de la Liga turca fue un tanto esperpéntico. Jugaban los equipos del Ankaragucu y el Manisaspor, allá por el minuto 42, Akan logra el empate a un tanto para el Ankaragucu. Su técnico Ümit Özat, debido a la tensión del momento tiró la pizarra táctica al terreno de juego puesto que los aficionados estaban gritando su dimisión.
Fue justo en ese momento cuando un ultra del Ankaragucu saltó al césped para intentar agredir al técnico, pero el entrenador Ümit Özat lo derribó con un puñetazo y acto seguido empiezó a patearle en el césped, pasando en unos segundos de agresor a agredido.
Fue entonces cuando la policía entró en el terreno de juego y separó a los implicados, llevándose al ultra y el árbitro del encuentro decidió mandar a Özat a los vestuarios. La Federación turca abrió una investigación y seguro que el entrenador será castigado con una dura sanción.
Finalmente el técnico del Ankaragucu tras terminar el partido, volvió a cargar contra los aficionados y dijo que “Esos perros ya lo han conseguido”.
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