Bryan Pearson, que es el presidente ejecutivo del estadio, asegura que hay multitud de daños y roturas en las instalaciones. El seísmo se produjo justo después de que miles de aficionados vieran en el estadio un partido de categoría regional.
Al ser un movimiento considerable, tenemos que asegurarnos que la estructura del edificio está en perfecto estado y que la gente no corre ningún peligro, aseguró Pearson.
El estadio iba a sufrir una inversión de 43 millones de dólares, que ha sido suspendida puesto que los ingenieros están revisando toda la estructura del estadio, que tiene previsto albergar partidos de la fase de grupos y dos de los cuartos de final del Mundial de Rugby de 2011.
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