Decimos esto porque los corredores del RadioShack, querían correr la última etapa del Tour con una indumentaria diferente a la habitual, en la que portaban el dorsal número 28 todos los ciclistas. El motivo era que el texano quería homenajear a los 28 millones de personas que están afectadas por la enfermedad del cáncer.
Finalmente los jueces de carrera no les dejaron y tuvieron que bajarse de la bici para ponerse cada uno su maillot habitual numerado.
Poco después las declaraciones de Armstrong mostraban su enfado: "Los comisarios no han estado de acuerdo con apoyar a la lucha contra la enfermedad". Pero a última hora de la tarde, el Tour hizo un comunicado en el que expresaba que el importe de las multas impuestas a RadioShack serían destinadas para la lucha contra el cáncer.