Juan Menéndez, aventurero asturiano se propuso atravesar el lago Bikal, en Siberia, aprovechando los hielos del invierno, en soledad y si ayudas externas. Era algo que le rondaba la cabeza desde hace años y tras maquinar su reto se fue en su busca.
El lago Baikal, es el más profundo de la tierra con 1.658 metros en su parte máxima. Con unos 10 centímetros de hielo se pueden soportar hasta 400 kilos de peso. Y por esas fechas en muchos lugares el hielo sería de un metro de espesor. Pero eso no es lo peligroso puesto que el lago registra hasta 1.000 movimientos sísmicos al año.
Con todos estos datos, una bici, un carro de transporte y 100 kilos de material Menéndez se dispuso a adentrarse en la lago helado. Durante el recorrido cuenta que le pasó de todo: desde fuerters rachas de viento, niebla intensa, muchos grados bajo cero, que hacían prácticamente imposible avanzar sobre el hielo.
Pero lo más peligroso fue un día en mitad de la noche cuando tuvo que salir de la tienda de campaña donde dormía porque se produjeron unos temblores, que le hicieron temer por su vida a pesar de no separase nunca de unos pinchos especiales que le ayudarían a clavarse para no caer al abismo.
Finalmente y tras diecinueve días en el hielo, Menendez llegó a Seberobaikalsk, una población que marcaba el final del lago. Sacó las banderas de España y Asturias y respiró con alivio.
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