Theo Zwanziger, presidente de la Federación Alemana de Fútbol, fue llamado por la jefa de Gobierno para pedirle disculpas por la visita inesperada. La visita de Merkel tenía un valor simbólico, puesto que se había discutido por la integración de los inmigrantes de segunda o tercera generación en Alemania como Özil.
El presidente de la DFB lamentó la "instrumentalización" política de esa imagen, según reveló el periódico deportivo "Sport Bild". Zwanziger estaba molesto porque no se le informó de que la comitiva iba a realizar esa incursión en los vestuarios.
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