Vick, que es el deportista menos querido en Estados Unidos, pasó 18 meses en prisión por organizar peleas mortales de perros y ahora en una entrevista que concedió a la NBC aseguró que le encantaría tener un perro.
Él comenta que además de que le gustaría tenerlo sería de gran ayuda para mi proceso de rehabilitación, puesto que así podría demostrar mi pasión por los animales. Además mis hijas quieren tener un perro y es muy duro decirles que no pueden por mi culpa, dijo el jugador.
Michael perdió su contrato millonario al entrar en prisión y pasó a trabajar por 12 centavos la hora. En la actualidad lleva un buen promedio y parece estar en plena forma.
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