Se desconocen las causas del porqué no quiso someterse a la prueba, pero lo cierto es que Romario tuvo que pagar una multa de casi cuatrocientos euros y tuvo que llamar a un amigo suyo para que condujera su choche.
Las leyes en Brasil tienen prohibido que los conductores conduzcan bajo los efectos del alcohol, pero con la contradicción de que los conductores no pueden ser obligados a someterse a estas pruebas.
Lo cierto es, que la vida de Romario ha cambiado desde que dejó los terrenos de fútbol. Ahora está intentado comenzar su carrera política en el Partido Socialista Brasileño y así optar por el cargo de diputado regional en las próximas elecciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario