Ivan Miranda, número dos de Perú en Copa Davis, disfruta de una segunda vida después de no pagar un vuelo de Aeroperú, que se hundió en el Pacífico.
"Estábamos asustados al ver tanta prensa en el aeropuerto de Santiago de Chile. Nos entró un sudor frío cuando nos informaron que un avión de la compañía Aeroperú había caído", reflexiona Iván Miranda. Ese aeroplano, que despegó de Lima el 2 de Octubre de 1996 era el que debían tomar el Iván tenista y su hermano mayor Marcos, que le acompañaba a Chile en un viaje para disputar un torneo junior en categoría sub 18.
Zenon Miranda, el padre que entrenaba en la Federación de Tenis de su país, estaba pagando a plazos el billete para sus dos hijos. La compañía, el mismo día del vuelo, le dijo a Zenon que o "ingresaba los costes o que se buscara otro avión. Lo encontramos más barato en una aerolínea chilena e hicimos el cambio. Todo fue por falta de dinero", explica el jugador peruano. Las setenta personas que formaban la tripulación del Boeing 757 murieron en aguas del Pacífico. Entre las víctimas se encontró el cuerpo de un español.
"Eso te marca para siempre. Mi hermano y yo lo recordamos de vez en cuando y nos sentimos afortunados. No era nuestra hora. Claro que no lo voy contando por ahí, apenas nadie lo sabe en Perú. Muchos de mis allegados llamaron a casa de mis padres para dar el pésame porque sabían que, en un principio, estábamos dentro del 757".
Fuente: Diario Marca.
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