viernes, 22 de febrero de 2008

Homenaje a Rincón

Como homenaje a nuestro amigo y compañero Rincón, fallecido hace unos días, os dejo aquí un artículo que escribió para el número 2 de la revista Winpicks. Merece la pena leerlo..


¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?
Por rincón


La semana pasada me tocó llevar a cabo un par de tareas domésticas, entre las que se encontraba limpiar y ordenar la terraza de mi casa.

Mi casa no es ningún caserón, sino un pisito pequeño en el centro de Getafe, así que con la palabra terraza no habéis de imaginar un enorme porche con jardín, sino un estrecho y alargado espacio donde, al final del mismo y en un viejo armario, guardamos un badulaque de trastos viejos que nos resistimos a tirar.

Pues al ir a guardar más cachivaches en dicho armario me encontré con una caja de plástico con cierre hermético, una de esas grandes de productos Cuétara que supongo contendría galletas variadas en su día, y dentro me encontré nada mas y nada menos que mi preciada colección de chapas de fútbol!, hechas a mano por mí mismo con todo tipo de esmero y detalles. En mi colección había cabida para todos los equipos de primera división de la época así como las mejores selecciones nacionales, como la Brasil de Raí Romario y Bebeto que hice con todo lujo de detalles, como el escudo en la camiseta o el numero de cada jugador bordeado en blanco sobre el pantalón azul, también formaban parte de la colección la Croacia de Robert Jarni, con camiseta a cuadros rojos preciosa también, la Italia de Robbie Baggio y el mítico portero Pagliuca, por supuesto hecho en un tapón de coca cola para tapar mas portería.


Y es que los chavales de hoy en día avanzan demasiado rápido y con siete u ocho años ya están hablando del tunning y por supuesto de las estrellas de fútbol pero no por jugar con los coches o las chapas sino por los juegos de consola a los que dedican la mayoría del tiempo libre que poseen, y aunque yo también soy un aficionado a la play y demás, no cambio un solo minuto de los que pasé con los juegos tradicionales por los virtuales.

Que buenos momentos pasábamos de críos, en el patio interior de la comunidad de vecinos jugando a la peonza, al fútbol u organizando campeonatos del citado fútbol chapas. Yo me pedía el Depor, y tenia para hacer tres equipos, ya que llevaba una bolsa chuches con toda la plantilla e incluso algunos del filial como Carlos, David, Maikel que luego jugo en el Getafe y un día que me le encontré en la piscina me firmó un autógrafo, e incluso a un tal Seoane que ni siquiera llego a debutar.

Normalmente se jugaba pintando en el suelo con tiza, pero ese método era mejor para las carreras ciclistas, para los partidos de fútbol apareció un día mi padre con una tabla de aproximadamente un metro de largo por medio de ancho, a la que aplicamos una mano de pintura verde para simular el césped y con pintura blanca y perfilando las líneas con cinta americana y el centro del campo con una cacerola, nos quedo un terreno de juego excelente y que cada día me tocaba bajar al patio para jugar.

En cuanto a las porterías las había de todas clases, unas que vendían de plástico que eran muy eficaces, pero lo bonito era fabricarlas artesanalmente, con unos palillos chinos pegados con superglue y la red por supuesto de una bolsa de ajos, que le daban el toque final para ser un campo digno de las mejores competiciones.

Pues tras guardar de nuevo mi juguete preferido de la infancia, un poco más al fondo del armario y en una caja similar a la de las chapas, encontré otro tesoro, los “repes” de mis colecciones de cromos de fútbol. Como muchos sabéis, aun soy un tipo joven, así que no encontré ninguna reliquia, pero es reconfortante volver a los orígenes y me produjo mucha ilusión y buenos recuerdos ver las imágenes de equipos como el Compostela del incombustible Fabiano, el sobrio guardameta Falagan, con Lekumberri en banda izquierda y el nigeriano Ohen en punta de ataque, o unos años antes el queso mecánico de Benito Floro, con hombres como Coco o el mítico Zalazar que marco uno de los goles mas lejanos de la liga. Echando la vista atrás es increíble lo que puede cambiar un club en cuestión de unos cuantos años, el Mérida o Logroñes, que pasaron de codearse con los grandes a desaparecer, el Extremadura que hizo unas campañas increíbles de la mano del célebre Pedro José, con internacionales como el argentino Dure o el excéntrico Mono Montoya en portería. El Oviedo del malogrado Peter Dubovsky, el Cádiz de Mágico González, el Burgos, el Oviedo mas recientemente y multitud de buenos equipos que no supieron digerir el descenso de categoría, y que echando la vista atrás se echa de menos.

Lo más bonito de los cromos de fútbol, era por supuesto ver cuales te faltaban e ir acompañado a todas partes de tu taco de repetidos para intercambiarlos por los que te faltaran, a la voz firme de “sile” o “nole”, y por supuesto habiendo varios rangos entre los cromos, como los fichajes y los colocas, cuyo valor era mayor al resto de cromos por ser mas difícil que aparecieran en cada sobre, y además luego había fichajes bis. Sin embargo, la sección fichajes era un tanto aleatoria, ya que había multitud de jugadores que se habían incorporado a su club esa temporada pero no estaban incluidos en dicha clasificación.
El mayor cambio que yo recuerdo haber hecho fue el del ex madridista Rambo Petkovic, que creo que era fichaje bis de los últimos y me dieron por el nada mas y nada menos que 150 cromos, y ese día volví a casa con una sonrisa de oreja a oreja en la cara.

También fui en alguna ocasión a Madrid, a una plaza donde se reúnen todos los coleccionistas de cromos, y donde tenían cualquier cromo que te faltase por difícil que fuera de conseguir. El primer año que fui, hicieron un reportaje en el programa El día después y entrevistaron a uno de mis amigos, con lo cual, en posteriores años volvimos a repetir la experiencia.
En esa concentración, además de cambiar, también se compraban y vendían los cromos, y era normal ver a niños y no tan niños con riñoneras repletas y tacos y más tacos de cromos repetidos, además de puestecillos bien organizados que vendían tanto cromos difíciles de conseguir, como sobres sin abrir y que, no sé porqué pero siempre salían mas fichajes que en cualquier otro quiosco normal.

Uno de los años que fui me ofrecieron 550 pesetas de las de entonces, cuando cada sobre valía 25 pesetas si no recuerdo mal, por el cromo de Ronaldo el año que ficho por el Barcelona, y eso que era un cromo normal, no era coloca ni fichaje, pero era difícil de conseguir y el que lo tenia no se quería desprender de él. Yo, que no lo tenía repetido, tampoco lo vendí y aunque por aquel entonces 550 pesetas era una buena suma para mí, ahora me alegro de tener esa pegatina en mi posesión, ya que de haberlo vendido lo habría gastado en mas cromos que seguramente hubieran sido peores y repetidos.

Por otra parte, los cromos motivaban la creatividad porque siempre salían algunos falsos, es decir, jugadores que ya no estaban en el equipo en que hicieron dicho cromo, y luego con mucha habilidad cortabas la cara del jugador y lo pegabas en el recuadro de un jugador que tuvieras repetido del nuevo equipo al que pertenecía, esto por supuesto cuando los cromos eran adhesivos, ya que en las primeras colecciones que realizaba, los cromos eran de cartón duro y sin pegatina, y luego claro, el álbum era más ancho que el diccionario Cepaza y al cabo de un tiempo las hojas acababan por desgraparse. Esta artimaña se hacia mas que nada por diversión y fines de estudio, como se suele decir en estos casos de pirateo, pero recuerdo que algunos me salían tan bien que llegue a colárselos a algún incauto de mi colegio, como el de Canabal cuando dejo el Mérida para recalar en el Madrid, que un chaval, cegado por la emoción de ver al nuevo fichaje de su equipo, pico de pardillo y me dio un buen taco de cromos a cambio de uno falseado por mis habilidosas manos.

También es interesante ojear estos recuerdos para rememorar grandes fiascos de nuestros dirigentes, y es que en esta sección no se libra ningún equipo por rico o modesto que sea, y así nos hemos encontrado en los últimos años con pufos como el átomo Ognjenovic o Freddy Rincón por el Real Madrid, Amunike, Busquets, Angoy y Ciric por ejemplo en el Barcelona, Renaldo, el Manteca Martinez por parte del Depor, Viola en el valencia, el Tren Valencia, Moacir, Avi Nimny y multitud más en el Atlético de Madrid, Magallanes en el racing de Santander, y así podríamos llenar paginas y más paginas con esos descalabros financieros que además cerraron las puertas a varios futbolistas de las respectivas canteras, pero lamentablemente esto parece que no es algo que solo ocurriera en aquella época, así que en unos años habrá que aumentar la lista.

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